De cómo salir del clóset


Hace poco estuve meditando la forma de cómo salir del clóset con mis padres, así es mis estimados yo soy parte de ese gigantesco porcentaje de gays que aún se encuentran dentro del clóset, si bien he tenido la confianza de compartir esto con mis mejores amistades y mis hermanas, mis padres son parte de ese grupo de personas ajenas a mi mundo REAL. Recuerdo la primera vez que se me pasó por la mente que yo podría ser gay, que aterrador y cuento rechazo sentí por mí misma, el haber encontrado este artículo de PFLAG (Padres, familiares y amigos de gays, lesbianas y bisexuales) me hizo sentirme más tranquila y con más seguridad, ¿pero qué fue en sí lo que cambió en mí esta sensación?, el hecho de haber estado informada sobre mi sexualidad y sobre cómo podría abordarla con personas tan delicadas como mis padres. De la ignorancia que me generaba ese terror unánime de aceptarme como soy, pasé a ser una más de las pocas personas que afirman firmemente su sexualidad y no tienen culpa por ser lo que son. Si eres de las personas que aún se encuentra en el clóset, quizás este artículo de PFLAG te ayude a resolver muchas de tus dudas y preguntas con las que te vas a enfrentar al salir de él y a entender la perspectiva de tus padres cuando les digas esto. Por supuesto que no todas las salidas del clóset son iguales, algunos obtienen una receptividad más positiva que otros, sin embargo es recomendable salir del clóset cuando creas que TU estás preparado y con preparado me refiero a estar listo y seguro de lo que eres y saber que no vas a titubear al momento en el que te hagan una pregunta al respecto. Ya todos sabemos que una cosa es decir "Papá,mamá SOY gay" y muy diferente es decir "Papá, mamá, CREO que soy gay".




¿Qué hacer cuando uno se entera de que su hijo es gay, lesbiana o bisexual?
Si Ud. es como muchos padres, su primera reacción es: “¿Cómo podré enfrentarlo?” La mayoría de los padres no está preparada para oir: “Mamá, papá, soy gay”.
PFLAG: Padres, Familiares y Amigos de Lesbianas y Gays está aquí para ayudarle. Esperamos que este folleto le ayude a comprender mejor la sexualidad de su hijo/a y lo que esto significa para Ud. y su relación futura con él/ella. Somos una organización de familias con miembros gays, lesbianas, bisexuales y transgéneros. Valoramos por igual a todos los miembros de nuestras familias y PFLAG nos da la bienvenida a todos. Es muy probable que nosotros hayamos pasado por lo mismo que pasa Ud. ahora. Lo comprendemos.
Podemos decirle con seguridad que Ud. no está solo. De acuerdo a algunas estadísticas, una de cada diez personas en este país y en todo el mundo, es gay. Por lo tanto, aproximadamente una de cada cuatro familias tiene un miembro que es gay, lesbiana o bisexual y la mayoría de las familias tiene por lo menos una persona gay, lesbiana o bisexual entre el resto de sus parientes.

Eso quiere decir que hay mucha gente con la que Ud. puede hablar. Sabemos por experiencia propia que el hablar del tema realmente sirve de mucho. Hay libros que se puede leer, números de teléfono de ayuda que se puede llamar y gente con quien reunirse que le puede ayudar a seguir adelante compartiendo sus propias experiencias. Y PFLAG le ofrece la información y servicio de apoyo que Ud. necesita.
Además, podemos decirle que, si Ud. lo desea, su relación con su hijo/a puede resultar siendo mucho más fuerte y estrecha de lo que ha sido hasta ahora. Eso es lo que nos ha ocurrido a todos nosotros. Pero el camino para llegar a ese punto no ha sido fácil.

Algunos padres han podido tomar la noticia con calma, pero a muchos de nosotros la noticia nos produjo una sensación de profunda pena, acompañada de sentimientos de choque, negación, rabia, culpabilidad y la sensación de haber perdido algo. Por lo tanto, si esos son los sentimientos que Ud. tiene es comprensible, dada la actitud que la sociedad adopta hacia los gays, lesbianas y bisexuales. No se sienta culpable por esto; pero, como Ud. quiere a su hijo/a, es su deber hacia él o ella y hacia Ud. mismo tomar el camino de la aceptación, la comprensión y el apoyo.
Aunque Ud. sienta que ha perdido a su hijo/a, eso no es cierto. Su hijo/a sigue siendo la misma persona que era antes de que Ud. se enterara de que era gay, lesbiana o bisexual. Lo que Ud. sí ha perdido es la imagen que tenía de su hijo/a y lo que Ud. creía que era. Esa pérdida puede ser difícil, pero felizmente, la imagen puede ser reemplazada por otra nueva y por una mayor comprensión hacia su hijo/a.

Si su hijo es muy joven, el comprenderlo y decírselo puede ser crucial para él. Existe un alto nivel de suicidios, uso de drogas y alcohol entre los jóvenes gays, lesbianas y bisexuales que se sienten aislados de sus padres. Algunos adolescen- tes se protegen distanciándose de sus padres lo más posible.
Si su hijo/a le reveló su orientación sexual voluntariamente, ya se ha avanzado mucho. La decisión de él/ella de confiarle algo que nuestra sociedad condena, demuestra mucha valentía de su parte. También quiere decir que su hijo/a le tiene muchísimo cariño y confianza, y cuenta con su apoyo. Ahora es el momento de que Ud. demuestre la misma valentía, apoyo, confianza y amor hacia su hijo/a.

¿Es su hijo/a diferente ahora?
Creemos que sabemos y comprendemos a nuestros hijos desde el día en que nacen. Estamos convencidos de que sabemos lo que piensan y sienten. Por eso, cuando un hijo/a nos dice: “Soy gay” y nosotros no teníamos la más mínima idea (o tal vez lo sabíamos pero nos lo negábamos), a menudo la reacción es de choque y desorientación.
Ud. tiene un sueño, una imagen de lo que será su hijo/a, de lo que debería ser, de lo que puede ser. Es un sueño que proviene de su propio pasado, de lo que quería para Ud. mismo/a mientras crecía y que particularmente proviene de la cultura que nos rodea. A pesar de que una buena parte de la población es gay, la sociedad solamente nos prepara para soñar que nuestros hijos son heterosexuales.

El choque y la confusión que Ud. puede sentir, es una parte natural del proceso de enfrentar una pena profunda. Ud. ha perdido algo: el sueño que tenía para su hijo/a, la ilusión de creer que sabía lo que su hijo/a sentía y quería. Claro, si Ud. se detiene a pensarlo, esa desilusión la tendrá con su hijo/a sea gay o hétero. A menudo los hijos nos dan sorpresas desagradables, no se casan con el tipo de persona que nosotros preferiríamos; no eligen el trabajo que nosotros elegiríamos; no viven donde querríamos que vivieran. Sin embargo, en nuestra sociedad estamos mejor preparados para enfrentar este tipo de situaciones, que la orientación sexual “minoritaria” de nuestros hijos.
Recuerde una y otra vez que su hijo/a no ha cambiado, que sigue siendo la misma persona que era antes de que Ud. se enterara de su orientación sexual. Es su sueño, su expectativa, la visión que Ud. tiene lo que tiene que cambiar si realmente desea conocer y comprender al hijo/a gay que Ud. ama.

¿Por qué tenía que decírnoslo?
Muchos padres piensan que serían mucho más felices si no lo supieran. Recuer- dan la época en que no lo sabían como un pasado libre de problemas, igno- rando la distancia que existía entre ellos y sus hijos durante aquel tiempo.
A veces queremos negar lo que pasa ignorando lo que acabamos de oír: “Estás pasando por una fase transitoria que se te pasará”; o nos cerramos del todo: “Si eliges esa forma de vida, no lo quiero saber”. O pretendemos que lo que acabamos de oír no tiene importancia: “Está bien, hijo, y ¿qué quieres para la cena?”. Estas son reacciones comprensibles. Sin embargo, si Ud. no sabe la verdad sobre la sexualidad de su hijo, realmente Ud. no lo conoce. Una gran parte de su vida será un secreto para Ud. y jamás logrará conocerlo del todo.

Es muy importante aceptar y comprender la sexualidad de su hijo/a, porque ni la homosexualidad ni la heterosexualidad son fases temporales. Aunque hay personas que pasan por un periodo de experimentación para determinar su sexualidad, la persona que ha llegado al punto de decir a sus padres que es gay, generalmente no está pasando por una fase de prueba. En la mayoría de los casos, la persona ha pasado por una larga etapa de meditar, comprender y aceptar su orientación sexual. Por lo tanto, si Ud. duda: “¿Está seguro/a?” La respuesta es casi siempre “sí”. El decir a los padres que uno es gay significa sobreponerse a demasiados estereotipos negativos y tomar demasiados riesgos como para dar ese paso con ligereza o prematuramente.

El hecho que su hijo o hija se lo diga, es una señal de su cariño hacia Ud. y de que necesita su apoyo y comprensión. Es un acto de valentía que muestra un intenso deseo de tener una relación abierta y sincera con Ud., una relación que le permitirá querer a su hijo/a como es, no como Ud. quisiera que fuera.

¿Por qué no nos lo dijo antes?
Algo que es difícil de reconocer es que probablemente su hijo/a ha estado pensando en esto durante meses, tal vez años, y es solamente ahora que se lo dice. Es fácil interpretar ésto como falta de confianza o cariño, o que no dice nada bueno de su labor como padre o madre. Y es doloroso darse cuenta de que no conoce a su hijo/a como creía conocerlo/la y que ha sido excluído/a de una parte de su vida.

En general, esta situación ocurre en toda relación de padres e hijos, sean estos gays o héteros. Existe una separación necesaria entre padres e hijos cuando éstos van camino a hacerse adultos. Su hijo puede llegar a conclusiones a las que Ud. no hubiera llegado y lo hará sin consultarle. Pero en este caso la situación es muy difícil, porque la conclusión a la que su hijo/a habrá llegado es muy importante y, en muchos casos, totalmente inesperada. Es posible que su hijo/a lo haya mantenido al margen de lo que pensaba y sentía durante mucho tiempo. Las per- sonas gays a veces mantienen a sus padres sin informarles de lo que les pasa el mayor tiempo posible, para tratar de comprender ellos mismos lo que sienten. Es decir, los jóvenes gays, lesbianas y bisexuales reconocen con frecuencia a una edad temprana que “se sienten diferentes”, pero les toma muchos años darse cuenta de la causa de sus sentimientos.

Dado que todavía vivimos en una sociedad que no comprende o tiene miedo de la gente gay, les toma bastante tiempo reconocer y aceptar su orientación sexual. A menudo estas personas también han cultivado un odio hacia sí mis- mas o inseguridad sobre su identidad sexual; les tomará tiempo analizar lo que sienten y hallar la valentía para decírselo a su padre o madre. Aun si Ud. cree que su hijo debería saber que puede decirle cualquier cosa, recuerde que, sobre la homosexualidad, nuestra cultura nos enseña: “no preguntes, no lo digas”.

Por lo tanto, aunque Ud. se lamente por no haber podido ayudar a su hijo du- rante ese periodo difícil de su vida, o aunque crea que tal vez el resultado hubiera sido diferente si Ud. se enteraba e intervenía antes, comprenda que probable- mente su hijo/a no podía habérselo dicho antes. Lo más importante es que al hacerlo ahora, él o ella le invita a que tengan una relación más abierta y sincera.

¿Por qué es gay mi hijo?
Los padres con frecuencia se hacen esta pregunta por muchas razones: porque pasan por la pena de haber perdido la imagen que tenían de su hijo/a; porque creen que hicieron algo malo; porque creen que alguien “lo convirtió” a su hijo en homosexual; o porque ellos desean saber si hay alguna causa biológica para la homosexualidad.
A algunos padres, la noticia de que su hijo es gay les causa choque, negación o rabia. Una reacción es preguntarse: “¿Por qué me hizo esto?” No es una reac- ción racional, sino una reacción humana al dolor que sienten.

Comparamos esa reacción al proceso de profunda pena o duelo: Ud. está pas- ando por la pena de la pérdida de la imagen que tenía de su hijo/a. Conforme vaya analizando sus sentimientos, se dará cuenta de que lo único que su hijo/a “le ha hecho” ha sido tener confianza en que la relación que tiene con Ud. pueda crecer cuando Ud. sepa la verdad sobre su hijo/a.

Ud. podría pensar que su hijo/a ha sido inducido por alguien a ser homosexual. Existe la falsa idea de que los homosexuales “reclutan” a otros. La verdad es que nadie hizo gay a su hijo/a. Probablemente su hijo/a sabía que era “diferente” durante mucho tiempo. Nadie (ninguna persona o grupo) ha “convertido” a su hijo/a.
Otros padres creen que la forma en que criaron a su hijo/a es la causa de su identidad sexual. Durante muchos años, tanto la sicología como la siquiatría propagaron teorías sin fundamento que la homosexualidad era causada por cierto tipo de personalidad en los padres (madre dominante y padre débil o por la ausencia de modelos sociales del mismo sexo). Esas teorías han sido descarta- das por la siquiatría y la sicología. Parte de la labor de PFLAG es eliminar los mitos y conceptos falsos que se han popularizado.

Las personas homosexuales provienen de todo tipo de familias. Algunas tienen madres dominantes, otras tienen padres dominantes. Algunos gays, lesbianas y bisexuales son hijos únicos, o los menores, o los del medio, o los mayores. Algunos tienen otros hermanos gays, otros son los únicos gays en la familia. Muchos tienen lo que la sociedad considera “familias modelo.”

Muchos padres quieren saber si hay un componente genético o biológico en la homosexualidad. Se han hecho estudios sobre la relación entre la homosexuali- dad y la genética, pero hasta el momento no hay ningún estudio que determine claramente la “causa” de la homosexualidad. Como no existe información al respecto, piense Ud. por qué le parece tan importante saber la causa de la homosexualidad, bisexualidad o la heterosexualidad de su hijo/a.

¿El apoyo o amor que siente Ud. por su hijo depende de saber exactamente la causa de su homosexualidad? ¿Se pide a la gente heterosexual que justifique su orientación sexual de manera alguna? Recuerde que hay gente gay, lesbiana y bisexual en todos los grupos de religión, étnicos y raciales. Por lo tanto, la gente gay, así como la gente hétero, es muy variada y se entera de su orientación sexual en muchas formas. Aunque tengamos curiosidad, en realidad no es tan impor- tante saber por qué su hijo es gay para darle todo el apoyo y amor que se merece.

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